Avulsión del tendón aductor largo

15 Septiembre 2022

LESIÓN DE RONALD ARAUJO, DEFENSA CENTRAL DEL FC BARCELONA.

Hace unos días el jugador Ronald Araujo se lesionó al comienzo del partido con su selección sufriendo una avulsión del aductor largo. El jugador ha decidido pasar por quirófano.

¿Qué es una avulsión del aductor largo?

Las lesiones en la ingle son frecuentes tanto en el deporte amateur como profesional. Las lesiones del tendón aductor largo representan el 64% de todas las lesiones en la región de la ingle y cadera.  Además, representa el 23% de todas las lesiones musculares. Dentro de las lesiones del aductor largo, la avulsión representa el 20% de las lesiones en futbolistas profesionales.

Es una lesión poco común, donde se produce un arrancamiento de un fragmento pequeño óseo del hueso principal, arrastrando así con ese fragmento pequeño el tendón del aductor largo.

Se produce por un mecanismo de sobrecarga excéntrica en una posición de abducción forzada mientras se produce la contracción del aductor en movimientos de giros, pivotaje, cambios de dirección.

¿Cómo se diagnostica?

Si se siente un defecto palpable del tendón aductor largo en la parte media de la ingle se puede casi confirmar que existe una avulsión.

En el día a día se utilizan sobre todo las radiografías aunque en el deporte de elite el método gold standard es la resonancia magnética, ya que permite obtener mayor información del estado de los tejidos blandos afectados.

¿Qué es lo que se ve en la resonancia magnética?

En la resonancia magnética se ha visto, que la avulsión del aductor largo no suele ser una lesión aislada. Se han descrito 6 tipos diferentes de avulsión, donde se pueden ver afectadas diferentes estructuras como pueden ser el ligamento inguinal, el músculo pectíneo, el músculo piramidal o el fibrocartílago del aductor largo.

  • Lesión tipo 1: Existe avulsión completa del fibrocartílago, separación del piramidal del aductor largo, y el músculo pectíneo se encuentra intacto.
  • Tipo 2: Existe avulsión completa del fibrocartílago, separación del piramidal del aductor largo, y leve afectación del m. Pectíneo.
  • Tipo 3: Existe avulsión completa del fibrocartílago, el piramidal sigue conectado al aductor largo y el m. Pectíneo se encuentra intacto.
  • Tipo 4: Existen avulsión completa de fibrocartílago, el piramidal sigue conectado al aductor largo y el m. Pectíneo sufre una rotura parcial.
  • Tipo 5: Existe avulsión completa el fibrocartílago, el piramidal está parcialmente separado del aductor largo y existe una rotura parcial del m. Pectíneo.
  • Tipo 6: Existe una avulsión parcial del fibrocartílago, existe continuidad entre el piramidal y el aductor largo y el pectíneo se encuentra intacto.

La rotura más común es la de tipo 1.  Las roturas del músculo recto abdominal asociados a avulsiones del tendón largo son poco comunes y la afectación del músculo recto abdominal solamente se ha visto el roturas tipo 4.

A la hora de clasificar la gravedad de la lesión podemos decir que el estado del músculo piramidal influye en el grado de desplazamiento del aductor largo después de una avulsión. Una lesión del m. pectíneo asociado indica una lesión más importante.

¿Cuáles son las 2 opciones de tratamiento?

Tratamiento conservador: El objetivo es dejar que el tendón se cure y se ancle lo más cerca posible de su origen óseo. Uno de los beneficios de realizar un tratamiento conservador es que los tiempos de vuelta a la competición son más rápidos, alrededor de unas 6-8semanas. Sin embargo, el tratamiento conservador no permite controlar la curación del tendón, pudiendo sufrir déficits musculares y funcionales y aumentar el riesgo de recaídas.

Tratamiento quirúrgico: Permite anclar el tendón a su origen, restituyendo la tensión del tejido y mejorando la curación. Esto aumenta los plazos de vuelta (más de 2 meses) a la competición y aumenta el riesgo de complicaciones post-cirugía pero puede aumentar la probabilidad de vuelta a competir a alto nivel y disminuir las recaídas. 

¿Son buenos los resultados tras la lesión? 

Hasta la fecha ambos tratamientos tanto conservador mediante ejercicios de fortalecimiento, como la fijación de forma quirúrgica + la rehabilitación posterior han mostrado muy buenos resultados a un año vista.

Se han realizado varios estudios donde se ha evaluado mediante cuestionarios tanto subjetivos (cuestionario HAGOS) como objetivos (evaluaciones de movilidad, fuerza) la progresión de la rehabilitación. En estos estudios, un año después de tratamiento conservador los resultados han sido muy satisfactorios, siendo los niveles del jugador similares a los que tenía antes de la lesión. Cabe recalcar que para conseguir unos buenos resultados se debe de realizar tanto un diagnóstico exacto, como una rehabilitación a conciencia.

¿Cuándo se puede volver a competir?  

Es importante respetar los tiempos de recuperación. Sabemos que las lesiones tendinosas tienen mucho riesgo de sufrir recaídas por lo que se debe respetar la curación biológica, además de otros criterios de recuperación tanto psicológicos como de rendimiento.

La vuelta a la competición se debe de realizar siguiendo unos criterios estrictos de cumplimiento de objetivos y tareas donde se incluyen: la movilidad, fuerza máxima, fuerza explosiva, velocidad, resistencia, cumplimiento de tareas específicas deportivas etc. Durante el trascurso de la rehabilitación el jugador expondrá a los tejidos lesionados a cargas progresivas consiguiendo así adaptaciones en los tejidos afectados y así mayor seguridad para el atleta y mejor rendimiento.

Una vez que el jugador cumpla con los requisitos subjetivos como objetivos podrá volver a jugar.  

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